Por un lado, una naturaleza espectacular con ríos (Garona y sus afluentes el Tarn y el Aveyron), gargantas y desfiladeros. Las gargantas del Aveyron, las colinas del Quercy ocultan ciudades Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO como Moissac, pueblecitos de ensueño como Lauzerte o Bruniquel, cuevas prehistóricas y museos de arte contemporáneo (Negrepelisse), de la industria del sombrero (Caussade) o de la cerámica oriental y todo lo relacionado con el arte del buen comer y la decoración de la mesa (Abbaye de Belleperche – Musée des Arts de la Table en Cordes Tolosannes).
La capital, Montauban, es una ciudad con muchos lazos que la unen a España. La emigración de la postguerra la eligió como uno de los destinos a la zona de Toulouse y del Tarn-et-Garonne para establecerse, y el Presidente Manuel Azaña allí murió en el exilio. Su cementerio aún recuerda el pasado trágico de España y Europa. Pero Montauban tiene también una de las plazas porticadas más bonitas de Francia, coqueta y animada. El Museo Ingres, también es otro lugar de visita obligatoria.
Hoy la provincia desarrolla un turismo distinto con buenos proyectos tanto públicos como privados. El vino es exquisito y desconocido, por lo que la mayoría de los alojamientos que conocemos lo promueven en colaboración con los productores. Varias granjas ecológicas cultivan una gran variedad de verduras y otros productos, buscando la calidad, el respeto por el medio ambiente y el trabajo de los agricultores. Visitar el mercado de Montauban o el de Auvillar permite disfrutar de las maravillas de la huerta del Tarn-et-Garonne.
Con respecto a los alojamientos, la variedad es grande, pero nosotros sólo visitamos y recomendamos aquellos que poseen un plus que los hace únicos. Dormir en un palomar rehabilitado en mitad de campos de cultivo; en un Château (palacio) lleno de arte e historia; o en el casco histórico de pueblos medievales son sólo algunas de las posibilidades de un viaje y una estancia en el Tarn-et-Garonne.
Junto al turismo verde, el turismo activo y de aventura, está muy presente en el departamento. Senderismo, escalada, rafting, puenting, cañoning, rutas para BTT o cicloturismo, todo es posible. Se puede combinar con el turismo fotográfico y el avistamiento de aves en alguna de las reservas que existen en el Tarn-et-Garonne.
Por ultimo, el Canal de Entre deux Mers que viene de Burdeos, pasa por todo el departamento hasta unirse en Toulouse con el Canal del Midi. Se puede alquilar una gabarra y recorrerlo; o hacer tramos andando o en bici, una arteria verde que hoy es un eje del turismo de calidad de está parte de Francia.
Para más información sólo escribirnos y el lujo, el encanto, la gentileza de los propietarios de los alojamientos que conocemos estarán a su alcance: